El agua me ha embestido nuevamente
cedo a ella sin resistencia
para sumergirme diariamente
sin anticipo
y sin contradicción
mis alas se convierten en aletas.
Ella me inunda
me contiene
le permito el abrazo
para disolverme ambigua y compleja
en su materia.
Poco después...
Me he convertido en agua
dispersa e incontenible
soy pura acuosa emoción.
Desaparezco.
Aguardando aquel ínfimo segundo
el Astro Rey
en su galante aparición
me evapora
reduce por completo
dejando apenas
una huella caduca
de la que alguna vez fui.
Y en ardorosa vitalidad
inaugura con vestigios
el pesar de la ausencia.
Vertiginoso el ciclo
vuelve a empezar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario