lunes, abril 21, 2014

Honey you are a rock...

A veces te espero.
Mentira.
Mi corazón te espera.
Miento.
Aquel ((minúsculo)) pedazo de mi corazón
te espera.
Te recuerda.
Te cree.

A ciencia cierta sé,
es el único lugar que habitas.

Piensen lo que quieran los terceros.
Los nuevos.
Los recientes.
Los que vendrán.

Las constelaciones se pertenecen.
Los planetas a su órbita.
El mar a la orilla.
El sol al horizonte.
Y viceversa.

En distancias cortas o infinitas
que el corazón no comprende,
porque el amor no envejece
no muere
ni deja de latir
por más que uno quiera,
decida enterrarlo
dejar de nombrarlo
e inclusive…
sacarse del pecho
uno a uno
los pedazos de un corazón infantil,
que ha dejado de crecer a los veinte años.

Astuto y torpe amor,
sigues existiendo con una ceguera impermeable.
A pesar de mi
de ti
de los que fueron
de los que serán.
Bastardo y tonto amor.

No sé si quiero que mueras de verdad
O prefiero velarte en vida
clavada en el horizonte
justo donde mis ojos te pierden.

Mil veces he cortado/ cortaré
mi cabello
hasta convencerlo que no debe aguardar
el cariño de tus dedos.
El sonido de tu voz.
El calor de tu mirada.
Pero el muy tonto me dice/dirá
La memoria no vive en las superficie,
sino, en el alma. 

A veces recuerdo tu fragilidad
y me pregunto
si era cuestión del destino,
plan de la vida
o de la muerte,
el conocerte.

Porque sabrás
/sé que sabes/
que no somos ave fénix
y cada riesgo,
en cada palabra
lanzamos suspiros de vida
que llegan puntuales
a su muerte.

Juro que no espero.
Y es mentira que no miento.
Yo no espero.
No debo.
Solo estoy aquí, viendo las nubes pasar
con mensajes del más allá
y el susurro arenoso de un corazón rehabilitado.





Euterpe.

VIAJE A LA CAVERNA 2