Tu sed,
transubstancia mi sudor
en vino que bebemos en cada beso
Tus pies,
no se hunden
en los lagos de mis lágrimas.
Tu saliva ,
siembra la luz
en la noche de mis ojos.
Tu voz,
resucita mis músculos dormidos
mis latidos sepultados.
Tus manos,
cuando me tocan,
curan mis heridas más invisibles.
Tu hambre,
fecunda peces
que se multiplican como deseos de humedad
en el múltiple pan de mi cuerpo...
cada vez que me amas,es un milagro.
POEsía simple que hace tanto no sentía.
Es chistoso,
extraño,
pero me gusta lo que se siente a tu lado.
Tan sencillamente deleitable,
un café, un vaso con agua, un cigarro, una sonrisa en el tianguis de tu mirada.
Besos desde el centro de los hechos.
Con toda la musedad de ser Euterpe.