lunes, enero 07, 2013

PAPALOTL de Daimary Moreno


Ediciones El Grafógrafo.




No somos otra cosa, que las batallas que llevamos a cuestas.


Papalotl  es el viaje de la búsqueda por los caminos de la cotidianidad de un puñado de personajes que se entrelazan bordados con la misma puntada.  Es un viaje de preguntas y correspondencia donde las cuestiones revolotean en el aire y es preciso atraparlas para conocer su respuesta, que de alguna inexorable manera, nos pertenecen y nosotros a ellas.

También,  es  una historia de amor y deseo; amor filial donde precisamos cobijarnos para sentirnos amados sin la necesidad de comprobar algo, sino, simplemente de ser uno mismo y sentir el abrigo del ala materna o paterna con los ojos cerrados, y un rotundo deseo de pertenencia y calor.

Con lenguaje sencillo a Papalotl le emergen imágenes en vuelo, tan hermosas como etéreas, el manejo y construcción de ellas son la maestría de la autora - habría que buscarle entonces, las alas a Daimary para entender la inefable lectura que le hace al viento – porque  con sutil pericia traza personajes entrañables y permea el ambiente con la constancia punzante de la sangre.

De temporalidad presente, la obra busca en el ayer cobrar la factura del futuro; son los deseos impresos en los rostros de Cata y Concha que buscan con un afán inquebrantable encontrar los rastros para ir en contra de una orfandad conocida, pero la batalla y lucha son consigo mismas frente al espejo de sus antepasados. 
Papalotl es una historia que danza con las palabras en el juego eterno de la búsqueda y el encuentro, la obra goza de una cadencia lenta y minuciosa donde los giros son esperados como el anciano en calma que observa el cielo.

La obra es mutación, y al  igual que el personaje de Cata, la cazadora de mariposas de juego profesional,  Daimary captura el instante preciso entre dejar de ser para llegar a ser, son cambios y despedidas. Pautas de un intercambio de vida, de soltar y abrazar, de dejar y tomar. En esta ocasión, todo se ve en pares y la autora crea imágenes nítidas y profundas que son reconocidos por cualquier corazón galopante  en el campo de la vida, y de la muerte.  He ahí la presencia de la universalidad en pareja.

La correspondencia, es esa fuerza a la que sin reparo, le pertenecemos. Y el ser humano le pertenece al mundo, como el mundo al universo y el universo al vuelo de la mariposa. Este trazo en espiral, es un signo en movimiento, es palabra y perfección, orden y destino, que traza el camino de la estrella fortuna al nacer.

Daimary entreteje sinuosamente la historia, espacio, personajes, acciones…  donde uno no es válido sin el otro y viceversa, nuevamente la cualidad equidistante entre el uso de un recurso y otro; con precisión, medida y cadencia, la belleza -de imágenes y palabras- resulta ser un arma de doble filo, porque tanto duele como encanta, mientras se lee, mientras se vive. Es una vereda y el infinito deseo de cruzarla que a su vez, se equipara a un perenne temor por hacerlo. Es entonces que la poesía se ha hecho teatro.

Papalotl, es una obra con entrañas y los que tenemos la fortuna de conocer a Daimary, sabemos del viaje de la entrega y compromiso con sus ideas y fundamentos. Elementos que la conforman como un extraordinario ser humano, fraguado en luz e intelecto.

Chantal Torres.
5 enero 2013.

Con toda la musedad de ser Euterpe.

VIAJE A LA CAVERNA 2