Es el descarnado ser del destino
que hunde su filo
en el cuerpo de lo incierto.
Incendio.
Sentimientos mineral.
Carne siete lenguas.
Entro al cauce sin proponérmelo.
Río abajo corro sin pesar.
En tu sur, encuentro el norte a mi favor.
Vaivén de letras.
Llego a ti con el infame deseo
de escucharte en portugués.
De tocar tu lengua.
Me despliego,
soy navío en playa desierta,
y encuentro,
en penumbra,
el tesoro de tu alma.
La acaricio,
con la punta de los dedos
la acaricio.
Y rumiante,
-cual felino tierno -
cierras los ojos
en un silencio tibio
que cavas en la oscuridad
2013
Con toda la musedad de ser Euterpe.
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