jueves, julio 16, 2009

Hace tanto de entonces...

desde que escribi aqui, la computadora no revela los acentos que mis manos ortograficas insisten en poner, es cuesion de desprendimiento. Supongo. De manana, burda de julio, estos dias el calor chillante de verano se ha ausentado, me agrada su ausencia y disfruto saber que llegara en cualquier momento, es inevitable no saberlo, el instinto penelopesco es el que rige a la espera, eso ya todos lo sabemos... sin saber porque he amenecido con pajaros en el cabello, aun no ha empezado su dialogo en griego y mi hija Camila se divierte con ellos, mi nino, mi hijo ansia con celeridad jugar a la par. Se puede ser mas feliz que cuando una tiene un bebe en el vientre, no lo creo, no creo que la felicidad sea diferente al estar embarazada, sintiendo los movivmientos de un ser que crece cada dia y donde su unica tarea es crecer, crecer, crecer, cada dia crecer mas, madurar bajo la voz de la madre que lo espera a sabiendas que llegara. La espera, tantas veces utilizada par tantas historias y a la vez, autonoma descendiente del tiempo, hija ilegitima del senor tiempo... la espera, hermana gemela de la esperanza companera del desvelo, tod@s somos alguien que espera algo, alguien, alguna, todos sin nexcepcion de nadie. Heme aqui, desvariando pensamientos en la espera de un pequeno pajaro que vuela en mi vientre con la agilidad de un pez, un caballito de mar, hermoso y pequeno, trasparente... Con toda la musedad de ser Euterpe.

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VIAJE A LA CAVERNA 2