Las murallas altas, pero de hielo...

Se derriten hoy, cerca de las tres de la tarde - no lo sé con exactitud, no tengo buen sentido de orirntación-, cabalgan mis ojos almirantes, dormidos tambaleantes, acechantes luces que parpadean en mi rostro, veo luces, veo coches, veo gente y mi mirada se detiene capturando una imagen precisa, Hay una mujer que se esconde en una esquina, bajo un letrero, frente a una ventana enorme, mira hacia todos lados, la observo con detenimiento y una sonrisa destruye la tensión en mi rostro: - Es ella! Claro que si! No le hablo y conservo la distancia mientras como balas, le disparo unas miradas que cruzan la calle y llegan hasta su piel y le dicen : - Hey, estoy aquí... Voltea temerosa por encontrarse con unos ojos que la pudieran delatar, Soy yo, no se inquieta, solo toma su maleta y llega hasta a mí golpeándome con un beso que romperá el hielo... Ahora, de nuevo se ha ido, pero volveré a trepar en su mirada al alba...