Has regresado.
Lo haces desde el pasado.
Reconozco esa savia.
El sabor y el fuego de tu orilla.
Estas aqui.
Con los ojos cerrado siento como entras en mi.
Y vuelves a tenerme.
Me entrego a ti tan serenamente.
De nada sirve resistirse.
Lo se.
Llename memoria de tus besos.
Que sin prisas me reservo.
Con toda la musedad de ser Euterpe.
Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes...Y sin embargo era apenas el principio.Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio, los esproemios del merpaso en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé!, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.
sábado, agosto 04, 2012
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