Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes...Y sin embargo era apenas el principio.Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio, los esproemios del merpaso en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé!, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.
martes, octubre 18, 2005
( ahora que estoy tan sola conmigo misma)
(Todos empezamos a ser cadáver desde que nacemos).
Todos somos olvidos.
No hay un mismo tiempo,
juntos dos elementos.
Te vas, te fuiste, te irás.
Te convertirás en olvido
para añadir un peso más
al saco roto de mi memoria.
Te perderás bajo el terso universo
de noches solitarias,
bajo su arbitrariedad;
Te extraviarás y te robará el vacío
al cruzar mi puerta
del umbral de mi alma.
Te convertirás en olvido
cuando dejes a ser polvo;
cuando partas al mundo dejando mi cuerpo.
Te convertirás en mi olvido
ahora que te alejas y no voy contigo...
Con toda la musedad de ser Euterpe.
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1 comentario:
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