Lo tuyo/mío es el escapismo

De multitudes
calles que descubren su asfalto para darnos
al final del día
la bienvenida

Como siempre
besos que se evaporan en los labios
el Astro Rey es testigo
del deseo ingenuo
que se agazapa bajo las pestañas

Mi cabello aguarda
la suavidad de tus manos
que se queda en su sitio

Podemos palpar
esa una tibieza pusilánime
que decreta
otra tarde juntos
parados en el precipicio

Minuto a minuto
despedimos a esos
besos sacrificio
que se consumen en sí mismos

A sabiendas de que
el tacto se borra en el horizonte
en las alturas
en los aeropuertos
quedamos a centímetros del fuego

Escapamos de la luna
para sentir siempre 
el látigo implacable
del tiempo

Se pierden entre sí

las miradas

al sentir 
escurrirse entre las manos
otro beso sin dueño

a besar el polvo

a probar la nada

sin escala 
directo a los labios de nadie
sepultados bajo un epitafio
de qué tal el mundoqué tal la vida…

¿Seremos  siempre
demasiado valientes
bastante cobardes
para seguir huyendo
del silencio acuoso
deseo inminente
de hambre del otro?

En la distancia
la memoria te esculpe siempre con los ojos cerrados
                                                         Recuerdo humeante en penumbra
y hunde mis dedos en los restos fósiles
del mudo accidente de tu mano en mi piel

                                                          Irrenunciable pudor
                                                          corrígete  de una vez
                                                          el incendio eterno
                                                          ya no sobrevive en estos tiempos

Como te digo
lo tuyo/mío
- hace varios inviernos -
es el escapismo

Con toda la musedad de ser Euterpe.

Sueño contigo

Mis labios se hunden 

en la pequeñez

de tus parpados marrones

en un beso cóncavo

para volver andar

el camino viejo

de un pasado que tiembla 

sobre el agua presente 

Llegas

cada cierto tiempo

- celestina astral-

para soñar tu piel 

y reencontrar 

en silencio

el olor de la curva de tu cuello 

ansiosa y etílica

en ciclos atemporales 

que no entiendo 

Sin avisar

náufragos autónomos 

que se presentan

en forma espiral

rumiando bajo mi falda

ruta arteria

El códice de tu mirada

que no se extingue

y el verbo de tu boca

que florece 

sin palabras

son refugio

del alma mía

que te alberga en secreto

dentro de un corazón

ya sin puertas ni ventanas

Con toda la musedad de ser Euterpe.